La prestigiosa firma de whisky Macallan tiene una joya de 18 años guardada en dos barricas: roble americano y europeo, ambas curadas en Jerez oloroso. El resultado un sabor sublime y sofisticado
Ya solo decir Macallan y dieciocho años bastaría para seducirnos, pero si vemos que es el primer Double Cask de edad, la admiración crece. Ha unido los dos mundos madurando en barricas de roble europeo y americano, pero además el toque sutil y elegante lo ofrece el vino de jerez, pues las barricas han sido curadas con este noble líquido.
Double Cask es un homenaje a la unión de dos mundos, el del roble americano y el europeo, ambos se curan en jerez oloroso que nos permite ver la importancia que da Macallan a la madera dentro del proceso de crear la excelencia en whisky. El resultado es una complejidad de sabor donde el tiempo termina de barnizar en la destilería de Speyside, Escocia. Y donde 18 años después los aromas se armonizan y crean un líquido donde destaca el color miel ámbar, que sin duda ya nos habla de un scotch whisky de primer nivel al que se suman aromas muy evocadores, suaves, aterciopelados con notas de jengibre, toffee, algo de naranja, clavo y nuez moscada, con presencia de frutos secos.
Juan Barbato, National Brand Ambassador en México de The Macallan, nos comparte algunas recomendaciones que debemos tomar en cuenta al momento de disfrutar un buen whisky. Ya que un single malt, por sí mismo, es un símbolo de sofisticación. Una experiencia que se disfruta desde el diseño de la botella. El vaso recomendado es el famoso Glencairn Glass, una buena opción, gracias a que la forma de tulipán suavemente estriado permite que el vaso contenga los delicados aromas. Otra opción es el Tumbler Glass, el icónico vaso de whisky con una capacidad de entre 4 y 10 onzas líquidas, el fondo ligeramente cónico se pesa con un vidrio grueso para garantizar una bebida estable.
Y por último un espacio adecuado para disfrutar plena- mente de un whisky como The Macallan. Un lugar tranquilo y acogedor puede ser el destino perfecto para degustar tu whisky. La iluminación y la temperatura entre 16o y 22o son factores im- portantes. Las luces suaves pueden acentuar los tonos dorados y ámbar del whisky y hacer que el entorno sea más relajante. Y por supuesto, siempre en la mejor compañía.
NOTA DE CATA
Color: Miel ambar
Aroma: Frutos secos, jengibre y toffee. Rico en cítricos donde predomina la naranja con un toque de clavo y nuez moscada.
Paladar: Predominan las pasas y uva con notas de caramelo, vainilla y jengibre equilibradas entre madera y cítricos.
Final: Roble con jengibre evolucionado a
naranja dulce.