Implanta equipo médico del Hospital de Especialidades No. 25 células hematopoyéticas obtenidas del padre del menor.

Una enfermedad de inmunodeficiencia provocó, por dos años, diarreas e internamientos al niño, quien tenía un pronóstico desalentador.

Esta unidad médica ha realizado 196 procedimientos de este tipo desde el 2001, cuando inició el programa.

Con un trasplante de células madre donadas por su papá, personal de salud de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 25, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León, le salvó la vida a Édgar Matías, de 4 años.

Mati, como le llaman de cariño sus padres, sufrió por dos años de diarreas severas continuas que le causaban internamientos recurrentes en diversos hospitales del país, en lo que sus padres Eneida Sofía y Édgar Alonso invertían sus escasos recursos, sin encontrar alivio.

“Muchos médicos, desconcertados, no encontraban causa o razón evidente de su enfermedad”, afirmó la madre del menor, quien compartió que a sus 16 meses, el niño pesaba solo 5 kilos.

“Estábamos desesperados, nos decían que no había esperanzas, nos hacían sentir como que no tenía caso seguir luchando”, agregó.

Tras dos años de calvario, se acercaron al IMSS, donde Mati fue canalizado a la UMAE No. 25, en Monterrey.

Ahí, a solo un mes del primer contacto, el equipo de especialistas realizó un trasplante haploidéntico de células hematopoyéticas, es decir, un trasplante de células madre obtenidas de un familiar directo, en este caso el padre de Mati.

La pediatra y trasplantóloga de este hospital, doctora María Guadalupe González Villarreal, explicó que, para contrarrestar las enfermedades de inmunodeficiencia graves, como la de Mati, se utilizaban células madre obtenidas de cordones umbilicales, pero éstos son muy escasos o muchas veces incompatibles.

Por ello, la UMAE Hospital de Especialidades No. 25 ofrece un protocolo de trasplantes haploidénticos, trabajando con células de padres o hermanos, que ofrecen compatibilidad del 50 al 90 por ciento.

Con a este procedimiento, pacientes pediátricos diagnosticados con enfermedades autoinmunes graves, las cuales presentan una probabilidad del 100 por ciento de mortalidad, tienen una nueva alternativa de vida.

Después del trasplante, su madre se mantuvo más de un mes en aislamiento con su hijo, con cuidados extremos de médicos y enfermeras que ingresaban a su sala con equipos de protección especial.

“Lo que aquí los médicos hicieron en un mes, a nosotros por fuera, solos y tocando puertas, de lugar en lugar y médico tras médico, nos llevó años”, agregó Eneida Sofía.

“Tenemos un agradecimiento total (al personal médico) por atenciones que tuvieron, por el tiempo que dedicaron, por el esfuerzo que pusieron, por la dedicación que tuvieron, hasta el hecho de no despegarse de nosotros”, expresó con emoción la madre de Mati.

Actualmente, el paciente continúa bajo la supervisión de las especialidades de Pediatría, Inmunología y Hematología Pediátrica de Trasplantes para vigilar el cumplimiento del buen pronóstico de salud.

Desde el 2001, en que se implementó este procedimiento, especialistas en Inmunología, Hematología, Pediatría y demás personal de salud de la UMAE No. 25 han realizado 196 trasplantes de células hematopoyéticas para salvar la vida de niñas y niños.

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