EFE / Autoridades españolas y mexicanas recordaron este sábado en el puerto de Veracruz, oriente de México, la llegada hace 85 años del Sinaia, el primer buque de exiliados españoles que llegaron al país norteamericano y para muchos de los cuales nunca hubo “un pasaje de vuelta”
“Este acto supone un abrazo fraterno a una generación de españoles y mexicanos de la que todos nos sentimos muy orgullosos. Y es todavía más emocionante hacerlo aquí en Veracruz a las orillas del océano que vio la llegada de miles de compatriotas que huían de los efectos devastadores de la guerra y la represión”, aseguró Susana Sumelzo, secretaria española de Estado para Iberoamérica y el Caribe, en su intervención en el Centro Veracruzano de las Artes.
Sumelzo destacó que 25.000 españoles arribaron en decenas de barcos en lo que “para muchos fue un viaje con billete de ida pero que nunca tuvo pasaje de vuelta”.
Una de las pasajeras era Regina Díaz, quien embarcó cuando no contaba ni un año de vida, y que ahora festeja el reconocimiento.
“Siento emociones encontradas. No sabíamos donde íbamos, ni teníamos cartas en el asunto. Apenas tenía seis meses cuando embarqué. Es un gesto maravilloso este acto, me he podido encontrar a otras de las personas que venían en el barco, ya quedamos muy pocas”, afirmó a EFE Díaz, de 85 años, quien nació en Barcelona en diciembre de 1938.
Como representantes de ambos países, además de Sumelzo, han asistido la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, María Teresa Mercado; el embajador de España en México, Juan Duarte, Silvia Alejandre Prado, secretaria de Cultura de Veracruz y el presidente del Ateneo Español en México, Juan Luis Bonilla.Mercado, por su parte, subrayó que “la historia del exilio español en México marcó el comienzo de la tradición mexicana de asilo y refugio, sustentada a lo largo de los años en la defensa de las libertades y en el respeto a los derechos humanos”.
Durante las actividades de conmemoración se develó una placa conmemorativa en la Plaza de la República de Veracruz, donde los más de 1.500 pasajeros del Sinaia tocaron tierra mexicana por primera vez en junio de 1939.
La pasada semana, en un acto en Ciudad de México, la canciller mexicana Alicia Bárcena destacó que la huella de los exiliados “fue, es y será fecunda” e hizo posible que España y México se convirtiesen “en una comunidad fraterna y solidaria”.
Por su parte, el ministro español de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, destacó la figura del expresidente mexicano Lázaro Cárdenas (1934-1940) como “imprescindible” para la acogida del exilio español y celebró “la firmeza” del Gobierno de México “en la defensa de la libertad” en un momento “muy difícil”.
El Sinaia fue el primero de los numerosos barcos que partieron de Europa rumbo a México durante la presidencia de Cárdenas. Se estima que entre 1939 y 1942, bajo su iniciativa, llegaron al país entre 20.000 y 25.000 refugiados españoles escapando de la dictadura de Francisco Franco.