EFE / El presidente estadounidense Joe Biden anunció este martes nuevas medidas para proteger y mejorar la resistencia de las infraestructuras críticas de Estados Unidos en sectores como el de la energía y los servicios financieros frente a peligros “actuales y futuros” entre los que funcionarios públicos destacan las ciberamenazas chinas.
De esta forma, Biden firmó un Memorando de Seguridad Nacional (NSM) que sustituye la legislación actual sobre política de infraestructura, vigente desde 2013, cuando se publicó durante el mandato del expresidente Barack Obama (2009-2017).
“Las buenas inversiones exigen tomar medidas para gestionar el riesgo y, en el caso de nuestras infraestructuras, eso significa crear resiliencia frente a todos los peligros desde el principio y por diseño”, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
En el caso de la piratería informática, el Departamento de Justicia estadounidense anunció el pasado 31 de enero una operación en la que desmanteló cientos de rúteres instalados en Estados Unidos “secuestrados por piratas informáticos al servicio del Gobierno chino”.
“Los hackers chinos están apuntando a la infraestructura crítica civil estadounidense, posicionándose para causar daño real a los ciudadanos y comunidades estadounidenses en caso de conflicto”, alertó ya en ese momento el director del FBI, Christopher Wray.
Ahora, el gobierno de Biden se sirve de la Agenda de Inversión en América del Presidente para modernizar una norma de más de una década de antigüedad en la que ha habido muchos avances tecnológicos, como la inteligencia artificial (IA).
En el marco de esta política actualizada, Biden ha destinado 50.000 millones de dólares específicamente a reforzar las infraestructuras repartidos en 4.000 proyectos.
Entre las medidas, el nuevo memorando propone que el Departamento de Seguridad Nacional presente regularmente planes nacionales de gestión de riesgos que resuman los esfuerzos del gobierno para proteger las infraestructuras críticas.
También ordena a la comunidad de Inteligencia de EE.UU. a recopilar, producir y compartir información en esta materia con los departamentos y agencias federales, con los socios estatales y locales y con los propietarios y operadores de infraestructuras críticas.
En este sentido, la NSM, según expone el comunicado, reconoce que los propietarios y operadores de estas infraestructuras del sector privado son en muchas ocasiones “la primera línea de defensa contra los adversarios que tienen como objetivo los activos y sistemas más críticos” del país, por lo que eleva sus requisitos mínimos de seguridad y resistencia.
“La resistencia, especialmente la de nuestros activos y sistemas más sensibles, es la piedra angular de la defensa y la seguridad interior”, sentenció la Casa Blanca.