La derecha española retuvo el poder en su feudo de la región de Galicia, según resultados casi definitivos de las elecciones de este domingo, una victoria que refuerza la figura de su líder nacional tras recientes tropiezos.

En el poder en la región noroccidental desde 2009, el conservador Partido Popular consiguió 40 de los 75 escaños en el Parlamento gallego, con el 98% de los votos escrutados, una mayoría suficiente para seguir en el poder.

Se confirmó así el éxito de la estrategia del PP, que adelantó a este domingo estos comicios previstos para mediados de año, buscando un triunfo que le sirviera de impulso hacia las elecciones europeas de junio.

Las encuestas de las últimas semanas habían advertido de la posibilidad de que la izquierda le arrebatara el poder al presidente regional, el conservador Alfonso Rueda, pero al final esto no ocurrió.

“Rueda presidente”, se felicitó en la red social X el líder nacional del PP, el gallego Alberto Núñez Feijóo, junto a una foto en la que sale aplaudiendo junto a otros dirigentes del partido en la oficina central en Madrid.

El partido nacionalista de izquierda, el BNG, dirigido por la carismática Ana Pontón, mejoró sus resultados con respecto a los comicios de 2020, y llegó a los 25 escaños, pero a costa de los socialistas del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, que solo obtuvieron 9 escaños.

Estos resultados son un alivio para Feijóo, quien fue por 13 años el presidente regional y quien se implicó con fuerza en la campaña.

Es un impulso a su imagen, que había quedado tocada cuando en julio pasado ganó las legislativas, pero no consiguió los apoyos necesarios en el Parlamento español para gobernar, lo que sí hizo el socialista Pedro Sánchez, reelegido en noviembre como presidente del gobierno.

Como muestra del interés que despertaron estas elecciones, la participación fue del 67,27%, muy por encima del 48,96% de 2020, según cifras oficiales.

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