Seattle puede haberse ganado el corazón de Jeff Bezos, pero no sucederá lo mismo con sus impuestos. El fundador de Amazon planea vender más de 50 millones de acciones este año, y su regreso definitivo a Miami le ahorrará cerca de US$ 610 millones que habría tenido que pagar al estado de Washington en impuestos sobre las ganancias de capital.
“Quiero estar cerca de mis padres […] Además, las operaciones de Blue Origin se están trasladando más a Cabo Cañaveral […] Por muy emocionante que sea la mudanza, es una decisión emotiva para mí. Seattle, siempre tendrás un pedazo de mi corazón”, escribió Bezos en su cuenta de Instagram a principios de noviembre, cuando anunció que se marcharía de la ciudad que fue su hogar desde 1994.
En apenas un par de meses, el magnate de 60 años desembolsó casi US$ 150 millones en la compra de dos de las 40 propiedades con vistas al mar ubicadas en la exclusiva villa Indian Creek de Miami-Dade, también conocida como “El búnker de los milmillonarios”. Pero además de los lujos y la proximidad con sus padres, Bezos disfrutará de otro beneficio importante: no hay impuestos estatales sobre la renta ni sobre las ganancias de capital.
Una buena jugada
La semana pasada, Bezos se deshizo de 12 millones de acciones de Amazon por un valor aproximado de US$ 2.000 millones. Su viaje a la Florida ocurrió justo a tiempo para ahorrarle US$ 140 millones que de otra forma habría tenido que pagar al estado de Washington, que impuso en 2022 un nuevo impuesto a las ganancias de capital del 7% sobre las ventas de acciones o bonos de más de US$ 250.000.
Desde 1998, durante más de dos décadas, Jeff Bezos ha vendido miles de millones de dólares en acciones de Amazon casi todos los años para financiar sus acciones filantrópicas, su compañía espacial Blue Origin y, más recientemente, sus mansiones y un megayate de US$ 500 millones.