La afluencia de visitantes en las zonas arqueológicas cercanas al Tren Maya ha experimentado un notable incremento, según informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Destacan en este aumento sitios emblemáticos como Chichén Itzá, Tulum y Uxmal. Este fenómeno ha sido atribuido tanto a la puesta en marcha del Tren Maya como a las iniciativas del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas.

El director general del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, anunció este logro durante una conferencia de prensa matutina, resaltando que el flujo de turistas, tanto nacionales como extranjeros, ha experimentado un crecimiento superior al 20% en promedio, al comparar las cifras de diciembre de 2023 con diciembre de 2022.

Prieto subrayó la relevancia del Tren Maya al proporcionar visibilidad a enclaves arqueológicos como Tulum, en Quintana Roo, y Uxmal, en Yucatán, así como a otras zonas de menor tamaño pero de gran valor histórico.

Un caso destacado es Chichén Itzá, que recibió a 2,330,000 visitantes en 2023. El director del INAH anticipó que este incremento continuará en 2024, destacando el récord registrado el pasado 23 de enero, cuando Chichén Itzá recibió 7,500 turistas en un solo día, un hito excepcional que no correspondía a un equinoccio de primavera.

En un esfuerzo por enriquecer la investigación y conservación arqueológica, el INAH ha iniciado nuevas labores en la zona arqueológica de Chacchoben, ubicada cerca de la estación Limones del Tren Maya. Esta área, que alcanzó su apogeo en el año 250 d.C., está siendo objeto de mejoras en su infraestructura de atención al público, así como la instalación de 572 metros de senderos interpretativos y cedularios renovados.

El director del INAH también compartió avances significativos en los trabajos de salvamento arqueológico realizados en las obras del Tren Maya hasta la fecha. Entre los logros destacan la identificación y preservación de 59,340 bienes inmuebles, 1,423,524 fragmentos cerámicos, 1,956 bienes muebles (de los cuales 1,487 están en proceso de restauración), 699 restos humanos y 2,352 rasgos naturales asociados con la presencia de grupos humanos.

Además, como parte de estas excavaciones, se hizo el hallazgo de un sartal, un conjunto de collares elaborados con conchas, caracoles, un hacha de piedra verde y colmillos, revelando así la riqueza arqueológica de la región vinculada al desarrollo del Tren Maya. Estos descubrimientos y esfuerzos conjuntos respaldan el compromiso del INAH con la preservación y valorización del patrimonio cultural de México en la era del Tren Maya.

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