Aristóteles, reconocido como el primer maestro de argumentos orales y oratoria, propuso tres elementos fundamentales para desarrollar un discurso efectivo: ethos, logos y pathos. Estos principios no solo son aplicables a la retórica clásica, sino que también ofrecen valiosas lecciones para los emprendedores que buscan destacarse en sus presentaciones y asegurar financiamiento para sus proyectos.
Ethos: Mostrar Autoridad
El ethos se refiere a la autoridad que respalda tu discurso. En el mundo emprendedor, contar con un historial destacado, como la creación previa de un unicornio o un éxito ejecutivo, otorga esta autoridad. Sin embargo, la realidad es que pocos pueden presumir de tales logros. La clave radica en no centrarse exclusivamente en la idea, sino en desarrollar habilidades y estrategias probadas.
Según un estudio de 85 empresarios de mil millones de dólares, el 99% logró el éxito gracias a una combinación de estrategia y habilidades, más que depender exclusivamente de la tecnología. Mostrar experiencia probada y habilidades sólidas es crucial para destacarse, incluso si no se cuenta con un historial de unicornios.
Logos: Elaborar un Argumento Convincente
El siguiente paso, logos, implica utilizar la lógica para respaldar tu caso. En el ámbito empresarial, los emprendedores deben emplear la persuasión lógica para atraer a clientes, inversores y capitalistas de riesgo. Reducir el riesgo es clave, y esto se logra demostrando el potencial empresarial a través de elementos como un producto probado, una estrategia bien desarrollada y un liderazgo sólido.
Para muchos empresarios exitosos, la estrategia es el primer paso crucial, ya que los productos pueden replicarse y mejorar. El liderazgo también desempeña un papel esencial, con el 94% de los empresarios multimillonarios demostrando sus habilidades de liderazgo y estrategia para lanzar sus proyectos.
Pathos: Dominar el Atractivo Emocional
El tercer componente, pathos, se centra en apelar a las emociones. Para los emprendedores, esto implica comprender las emociones de codicia, miedo y el temor a perder oportunidades. Los inversores buscan no solo potencial de creación de riqueza, sino también pruebas concretas de ese potencial.
Los emprendedores pueden aprovechar el miedo a perder oportunidades de inversión utilizando habilidades financieras sostenibles y demostrando progreso continuo. Las presentaciones son herramientas poderosas, especialmente cuando se respaldan con pruebas de potencial y habilidades sólidas.
En resumen, la clave para aventurarse con los unicornios radica en seguir las enseñanzas de Aristóteles. Establecer y promover tu trayectoria y experiencia (ethos), fundamentar el potencial de tu empresa (logos) y apelar a las emociones de codicia y miedo (pathos) son elementos esenciales para el éxito emprendedor. Los principios de Aristóteles no son simples retórica antigua; son la clave para el emprendimiento actual.