Tras el tiroteo masivo ocurrido el 13 de diciembre en la Universidad Brown, en el que 11 estudiantes resultaron heridos y dos perdieron la vida, las autoridades universitarias anunciaron nuevas medidas de seguridad, entre ellas la instalación de cámaras de vigilancia dentro del edificio de ingeniería y física Barus and Holley, donde se produjo el ataque.
En una carta dirigida a la comunidad universitaria, el vicepresidente interino de Seguridad Pública de Brown, Hugh T. Clements Jr., informó que las acciones inmediatas incluyen el aumento del personal de seguridad en todo el campus y el uso obligatorio y continuo de tarjetas de acceso, llaves o controles de identidad para ingresar a los edificios.
Clements detalló que, antes del semestre de primavera de 2026, la policía universitaria sustituirá el acceso con llaves por sistemas de tarjetas en los edificios que aún no los tienen, ampliará la red de teléfonos de emergencia con cámaras, instalará cámaras de seguridad en puntos estratégicos —incluidos Barus y Holley— y extenderá la red de botones de pánico en zonas consideradas críticas.
Además, durante el próximo semestre de primavera se impartirá una nueva capacitación en seguridad y preparación ante tiradores activos, con un enfoque basado en el trauma.
Clements, exjefe del Departamento de Policía de Providence, fue designado recientemente como vicepresidente interino de Seguridad Pública tras la suspensión de Rodney Chatman, luego de un reportaje de The Boston Globe que reveló que un conserje había visto al agresor semanas antes del ataque y alertó a un guardia de seguridad.
Las autoridades señalan que Claudio Manuel Neves Valente, de 48 años y exalumno de Brown, fue el responsable del ataque armado en el campus, donde murieron los estudiantes Ella Cook y Mukhammad Aziz Umurzokov. Posteriormente, el agresor viajó a Boston, donde asesinó a un profesor del MIT, y días después fue hallado muerto por suicidio en un trastero en Salem, New Hampshire.
El Departamento de Educación de Estados Unidos abrió una investigación contra la Universidad Brown por posibles violaciones a la Ley Jeanne Clery de Seguridad en el Campus, que establece obligaciones de seguridad para que las universidades puedan recibir fondos federales. También se realizará una revisión externa posterior al incidente, así como una evaluación integral de la seguridad del campus con participación de especialistas externos y aportaciones de la comunidad.
“La comunidad de Brown ha sufrido una tragedia indescriptible”, escribió Clements. “Lo que ocurrió el 13 de diciembre no debe volver a suceder nunca más, ni en Brown ni en ningún otro lugar”.
Las autoridades universitarias indicaron que también se reforzará la coordinación con agencias locales, se mejorarán los protocolos de comunicación y respuesta a emergencias, y se intensificará la concientización sobre seguridad y el uso de recursos de emergencia dentro del campus.






