La primera gran convención del movimiento Turning Point USA desde el asesinato de su fundador, Charlie Kirk, lejos de mostrar unidad, dejó al descubierto profundas divisiones dentro de la derecha estadounidense y del movimiento que respalda al presidente Donald Trump, en la antesala de las elecciones de medio término de 2026.
El evento “America Fest”, realizado en Phoenix, Arizona, reunió a figuras centrales del movimiento MAGA, pero la mayoría de las intervenciones derivaron en críticas cruzadas, acusaciones de deshonestidad, agendas ocultas y difusión de teorías conspirativas.
Erika Kirk, viuda de Charlie Kirk y actual dirigente de Turning Point USA, llamó a mantener el espíritu de debate que caracterizaba a su esposo, a quien describió como un “constructor de coaliciones”. No obstante, reconoció que tras su muerte se han intensificado las peleas internas y la ruptura entre sectores que antes coexistían dentro del movimiento.
Las tensiones se hicieron explícitas con la participación del comentarista conservador Ben Shapiro, quien acusó a distintos actores de la derecha de actuar como “charlatanes” y de promover conspiraciones. En particular, criticó a Tucker Carlson por entrevistar a Nick Fuentes, figura señalada por posturas antisemitas, racistas y misóginas.
Horas después, Carlson respondió desde el mismo escenario, rechazó los señalamientos y sostuvo que la base que llevó a Trump al poder es más amplia que el Partido Republicano. También planteó la disputa interna sobre quién controlará la estructura política del trumpismo cuando el actual presidente deje el escenario, aludiendo a tensiones incluso alrededor del vicepresidente JD Vance.
Durante la convención, Erika Kirk anunció que Turning Point USA respaldará a Vance como eventual aspirante presidencial, mientras Shapiro extendió sus críticas a la podcaster Candace Owens y al exasesor presidencial Steve Bannon, por sus posturas y declaraciones recientes.
Las confrontaciones continuaron en redes sociales y marcaron el tono del arranque del encuentro. Para asistentes y analistas, la ausencia de Charlie Kirk ha profundizado las divisiones internas, justo cuando el liderazgo de Trump muestra desgaste en encuestas recientes y la derecha enfrenta el reto de mantener cohesión rumbo a las elecciones de 2026.





