Jim Skea, presidente del IPCC, sostiene que el cambio climático es resultado directo de la actividad humana. Más de 600 expertos se reúnen en Francia para preparar el próximo informe del organismo. Skea indica que limitar el aumento de temperatura a 1,5 °C exige reducción drástica de emisiones energéticas y en uso de suelo, además de desarrollar métodos para extracción de CO₂ a gran escala. Reconoce falta de conocimiento en esta última área.
Francia manifestó apoyo público al IPCC. Skea lo define como relevante para sostener el trabajo científico. Frente a desinformación política, señala que el informe más reciente ya estableció con claridad el origen antropogénico del calentamiento, y que la comunicación científica debe reforzar ese punto con datos verificables.
Estados Unidos no financia formalmente al IPCC, pero mantiene cerca de 50 autores participantes respaldados por organizaciones filantrópicas. Skea descarta mayores obstáculos en la aprobación de informes que los experimentados históricamente.
El debate entre gobiernos sobre la fecha de publicación del próximo informe oscila entre 2028 y 2029. Para Skea, la prioridad es ajustarlo al tiempo necesario para elaborar la evaluación de forma completa.
El ciclo actual del IPCC investigará nuevas lagunas científicas, incluida la viabilidad de sostener el límite de 1,5 °C en el largo plazo.




