El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este miércoles que su gobierno se prepara para llevar la campaña contra el narcoterrorismo directamente “en tierra” dentro de Venezuela, lo que marcaría una escalada significativa en la presión contra el régimen de Nicolás Maduro.
Durante una sesión de preguntas con reporteros en el Despacho Oval, Trump aseguró que las fuerzas estadounidenses han intensificado las acciones contra redes de tráfico de narcóticos y opioides sintéticos, a las que responsabiliza por la muerte de cientos de miles de personas en su país. “Estamos destruyendo barcos de narcotraficantes a un nivel nunca antes visto. Muy pronto comenzaremos a hacerlo también en tierra firme”, advirtió.
El mandatario afirmó que las agencias de inteligencia ya han mapeado rutas, refugios y laboratorios utilizados por organizaciones delictivas dentro del territorio venezolano. “Conocemos todas las rutas. Conocemos todas las casas. Sabemos dónde fabrican esta porquería”, señaló.
Trump reiteró además sus acusaciones de que Venezuela ha enviado a Estados Unidos “asesinos, homicidas… pandilleros y personas sacadas de instituciones psiquiátricas”, asegurando que el gobierno de Maduro habría “vaciado cárceles” durante los últimos años de migración masiva. Sin embargo, no presentó pruebas durante su intervención.
El presidente vinculó la posible expansión militar con la crisis del fentanilo, afirmando que los traficantes “han estado matando a millones de personas” y que las familias afectadas por sobredosis exigen una respuesta más contundente. Incluso defendió la estrategia de hundir barcos dedicados al tráfico de drogas y sugirió aplicar medidas similares contra operadores en tierra.
Trump confirmó haber conversado “brevemente” con Maduro, aunque sin profundizar en el contenido del mensaje. “Veremos qué pasa con eso”, dijo, dejando abierta la posibilidad de nuevas acciones.
La Casa Blanca no ofreció comentarios adicionales de inmediato.






