La de Hoy Querétaro — Woody Allen llega a los 90 años como una de las figuras más influyentes y discutidas del cine contemporáneo. Nacido en Nueva York el 1 de diciembre de 1935, Allen convirtió sus vivencias en Brooklyn, su humor temprano y su identidad cultural en materia prima de una filmografía que marcó al séptimo arte, pero también en un personaje público atravesado por polémicas que persisten hasta hoy.
A los 17 años legalizó el nombre con el que sería conocido mundialmente y comenzó su carrera escribiendo chistes para periódicos. Pasó por la NYU y el City College sin concluir estudios, pero terminó construyendo una obra de 50 películas que le aseguró un lugar central en la historia del cine. Annie Hall y Manhattan consolidaron su estilo y su visión de Nueva York, ciudad que retrató con una mezcla de melancolía, ironía y fascinación.
Allen dijo sentir por Nueva York un “amor irracional”, y ese afecto moldeó personajes, atmósferas y obsesiones creativas. Críticos como Sam B. Girgus describieron cómo el propio cineasta, con su figura de “neurótico urbano”, funcionó como un alter ego fantasmático dentro de sus historias.
Su carrera posterior produjo obras como Blue Jasmine, Midnight in Paris, Vicky Cristina Barcelona, Café Society y A Rainy Day in New York. Coup de Chance (2023) podría ser su último largometraje si finalmente concreta su retiro.
La trayectoria del director está lejos de una lectura lineal. La acusación de abuso sexual realizada por Dylan Farrow —desestimada judicialmente— y su matrimonio con Soon-Yi, hija adoptiva de Mia Farrow, fracturaron su imagen pública y lo situaron en una zona de rechazo por parte de actores, estudios y plataformas.
Su nombre volvió a circular recientemente tras la difusión de correos electrónicos de Jeffrey Epstein, en los que figuraba como asistente habitual a cenas en la residencia del financiero. Pese a este entorno controvertido, Allen continúa activo: en septiembre publicó su primera novela, What’s With Baum?, y prepara una película en España, Wasp 2026, que cuenta con apoyo económico del gobierno madrileño.
A los 90 años, la obra de Woody Allen permanece como referencia estética y cultural, mientras las sombras que lo han acompañado siguen influyendo en la lectura pública de su figura.





