El Supremo Tribunal Federal ordenó la detención preventiva de Jair Bolsonaro ante indicios de un intento de fuga previo al inicio de su condena de 27 años por liderar un intento de golpe de Estado. La Policía Federal ejecutó la orden en su residencia en Brasilia.

La solicitud surgió después de que Flávio Bolsonaro convocó una vigilia masiva frente al complejo donde vive el expresidente. La convocatoria fue interpretada por el tribunal como un factor que podía facilitar una fuga: alta probabilidad de movimiento multitudinario, duración prolongada, condiciones propicias para desorden y encubrimiento.

La corte reportó además una violación del monitoreo electrónico. La señal indicaba manipulación de la tobillera con intención de romperla para ejecutar la fuga aprovechando la confusión de la concentración.

Los abogados de Bolsonaro rechazaron la acusación. Alegaron que permanecía en su domicilio bajo vigilancia policial y con salud frágil. Defendieron la legalidad de la vigilia al amparo del derecho de reunión.

Bolsonaro ya había sido sentenciado por conspirar para mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022. Cuatro de los cinco jueces del Supremo votaron por declararlo culpable en cinco delitos: organización criminal armada, intento de abolición del orden democrático, violencia contra instituciones, daño a bienes públicos y liderazgo del intento de golpe del 8 de enero de 2023.

Oficiales militares y un agente federal también fueron condenados este mes por el mismo caso y por conspiración para asesinar al presidente Lula da Silva.

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