Las intensas lluvias registradas entre jueves y viernes provocaron desbordamientos de ríos, deslaves y destrucción en varias regiones del país, dejando al menos 41 personas muertas y un número indeterminado de desaparecidos.
El estado más afectado es Hidalgo, donde se reportaron 16 fallecimientos. Las corrientes arrasaron con viviendas, vehículos y puentes, mientras miles de casas quedaron anegadas o destruidas. En Jalisco, las imágenes de calles convertidas en ríos y bomberos caminando entre el agua hasta la cintura reflejan la magnitud del desastre.
En Puebla, el gobernador Alejandro Armenta confirmó nueve muertes y cinco desaparecidos, además de 80 mil personas afectadas por los daños provocados por el desbordamiento de ríos y el colapso de caminos. En Veracruz, las autoridades informaron la muerte de dos personas.
“Nadie estaba preparado para esto”, declaró José Cervantes, dueño de una cafetería en Poza Rica, quien relató que el agua alcanzó metro y medio de altura y destruyó su negocio por completo.
La presidenta Claudia Sheinbaum informó que el gobierno federal desplegó 5,400 elementos de distintas dependencias para apoyar a las comunidades afectadas, restablecer caminos y servicios básicos. Además, 3,300 efectivos de la Marina participan en labores de evacuación y limpieza.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, las lluvias de los últimos días han impactado 31 de los 32 estados del país, con pronósticos que anticipan más precipitaciones en el centro y sur durante el fin de semana.
Las autoridades mantienen activo el Plan DN-III y exhortan a la población a extremar precauciones ante el riesgo de nuevos deslizamientos y crecidas de ríos.

 
			


