éxico inaugura una “nueva era” este lunes con la instauración de los primeros jueces elegidos por voto popular, un hito para la justicia de un país dañado por la impunidad, pero que la deja expuesta al influjo del poder político y del crimen organizado.

Ministros de la Suprema Corte, magistrados del tribunal electoral y numerosos juzgadores distritales y estatales completan los más de 800 cargos que asumen funciones este lunes, tras haber sido elegidos en unos comicios inéditos el pasado 1 de junio.

Dicha elección fue cuestionada tanto por la escasa participación, de apenas 13% del electorado, como por denuncias de irregularidades y mecanismos ilícitos que se emplearon para encauzar el voto hacia candidatos afines al oficialismo de izquierda.

“A partir del 1º de septiembre inicia una nueva era en el Poder Judicial, elegidos por el pueblo de México”, celebró el pasado miércoles la presidenta Claudia Sheinbaum, durante su habitual rueda de prensa matinal.

Agregó que el arribo de los nuevos jueces marca el fin de una etapa “muy cuestionada por la corrupción, por la defensa de privilegios, [y] por el nepotismo” en el sistema de justicia mexicano.

Destaca esta jornada el inicio de la gestión del indígena mixteco Hugo Aguilar, el candidato más votado de los comicios, como presidente de la Suprema Corte conformada por nueve integrantes, seis de los cuales son cercanos al oficialismo.

El máximo tribunal “enfrenta un gran reto: recuperar la confianza de la ciudadanía. Para lograrlo debemos acercar la justicia a cada sector de la población”, escribió Aguilar, antiguo funcionario del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), en su cuenta de X la semana pasada.

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