Por Redacción | La de Hoy Querétaro

La Junta de Investigación Marina (MBI) de la Guardia Costera de Estados Unidos publicó este martes el esperado informe sobre la implosión del sumergible Titán en junio de 2023, un accidente que costó la vida a las cinco personas que iban a bordo. El presidente de la junta calificó la tragedia como “prevenible” y señaló a la empresa OceanGate, operadora del sumergible, como la principal responsable.

Tras dos años de investigación, el informe concluye que la implosión se debió a una falla estructural en el casco de fibra de carbono del sumergible, probablemente en una unión adhesiva, lo que provocó la pérdida total de integridad del vehículo y la muerte instantánea de los pasajeros por la extrema presión del agua, calculada en cerca de 4,930 libras por pulgada cuadrada.

La MBI destacó que OceanGate evitó durante años las regulaciones y revisiones externas que podrían haber prevenido el desastre. Además, la empresa mostró una cultura laboral tóxica, con decisiones operativas imprudentes, presión financiera y una gestión deficiente, como el uso excesivo de contratistas y la falta de personal especializado permanente, incluso con vacantes clave sin cubrir.

En particular, el informe señala que Stockton Rush, CEO y piloto interino del Titán, actuó con negligencia grave. De haber sobrevivido, habría enfrentado cargos por homicidio involuntario según el Código de Estados Unidos, artículo 1115, por poner en riesgo la vida de la tripulación.

Los pasajeros, entre ellos tres “especialistas de misión” que pagaron hasta 250,000 dólares cada uno para participar en la inmersión, no recibieron entrenamiento adecuado y fueron presionados a firmar exenciones de responsabilidad en el último momento. Esta falta de preparación y control es otro factor que la investigación atribuye a la tragedia.

El informe también revela que el Titán sufrió daños previos en julio de 2022 tras quedar atrapado entre los restos del Titanic, y que luego permaneció almacenado al aire libre durante meses en condiciones climáticas extremas, comprometiendo la integridad de su casco.

Finalmente, la MBI lamenta que la coordinación para reportar la desaparición del sumergible demorara más de siete horas, lo que retrasó la operación de búsqueda.

Jason Neubauer, presidente de la Junta, afirmó:

“La investigación ha identificado múltiples factores que contribuyeron a esta tragedia, lo que brinda lecciones valiosas para evitar que vuelva a ocurrir. Se necesita una supervisión más estricta y regulaciones claras para operadores que exploran nuevos conceptos fuera de los marcos vigentes.”

El caso del Titán vuelve a poner sobre la mesa la importancia de la regulación, la seguridad y la responsabilidad en las exploraciones extremas y la innovación tecnológica.

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